domingo, 13 de diciembre de 2009

Del capitulo 12 al Epilogo.

Capitulo 12
Entrelazadas
Charlotte abrió la puerta del laboratorio de química y salio al pasillo con cautela. Estaba encantada de estar otra vez, vez, se notaba. El gesto malhumorado tan propio de Scarlet apareciera ahora atenuando, transformando en un amplia sonrisa de esperanza mas parecida a la de Charlotte y los estudiantes la miraban dos veces mientras ella se dedicaba a repartir besos a diestro y siniestro, saludando a completos extraños con una vehemenencia inusitada.
A pesar de la segunda oportunidad que tan generosamente le proporcionaba Scarlet, Charlotte no estaba del todo convencida de su plan. Al fin y alo cabo, la posesión de Scarlet era el plan B. Con todo, Damen había acudido al rescate de Scarlet en el incidente de la ducha, recordó. Y eso ya era algo para comenzar. De vuelta al punto de partida, Charlote empezó a sentir cierto sentido de gratitud.
Charlotte siguió avanzando por el pasillo, como si fuera el alma de la fiesta, dejando a su paso rostros atónitos y confundidos mientras se dirigía a las puertas traseras y de ahí al campo de futbol. Entre tanto, Scarlet también se divertía. Tras a travesar el techo flotando y acceder con sorprendente facilidad al angosto espacio inmediatamente superior, vago sin rumbo durante un rato hasta que escuchando retumbar la pedante voz de su arrogante profesor de Literatura en el aula de abajo. El profesor Nemchick parecía estar más interesado a humillar.
-Hoy –empezó el profesor-, vamos a comparar a con se cuidaba mucho de no hablar mas de prisa de lo que escribía, lo que resultaba tremendamente irritante. Cuando se volvió hacia la clase para iniciar el debate, Scarlet modifico los hombres para que pudiera leerse. La clase empezó a reír, se quedo hay plasmado, totalmente humillado y mas que confundido.
Incapaz de rebatir el argumento de Minnie, la profesora Bilistki prosiguió:
-<. . . me encanta meter las manos entre tus piernas robustas, calientes y sudorosas cuando me entregas la pelota. Luego saborea tu olor en mis manos hasta el momento en que volvemos a encontrarnos. Nos vemos esta noche después del entrenamiento. Con cariño, tu cologa, Justin>.
-Quizá os interese ahondar en el tema para el trabajo de la clase, ¿Qué os parece? –pregunto la profesora, mientras los asombrados compañeros de clase volvían la cabeza con brusquedad y la usaban miradas acusatorias a los sonrojados colegas, que se encogieron lentamente detrás de sus pupitres.
Entonces puso rumbo a los servicios, la siguiente parada en su sedienta ruta de venganza. Sobre la encimera de lavabo reposaba un café, que obviamente pertenecía a la chica que ocupaba uno de los retretes. Scarlet se asomo por de bajo de la puerta y se encontró con que la chica era una pija que siempre la elegía la ultima en clase de Gimnasia.
Era un DIA perfecto para el entrenamiento de futbol: fresco y seco. El sol vespertino se preparaba para ocultarse, mientras los pitidos del entrenador cabalgaban sobre la brisa helada, Charlotte recorrió la parte exterior de la pista de atletismo y encontró un tranquilo rincón debajo de una grada apartada, extendió la manta a cuadros que había embutido en la mochila de Scarlet y espero a que se presentara Damen. Finalmente decidió dejar la manta con cayera, y resulto ser la decisión correcta, porque fue a posarse sobre un mar de alegres flores silvestres que crecían a su antojo en la sombra, como una islita perfecta de lana. Charlotte se acomodo muy despacio sobre las rodillas en el momento mismo en que Damen bajaba por las gradas que se cernerían sobre ella.
-Casi me matas del susto- dijo, a la vez que saltaba al suelo y se agachaba para meterse bajo las gradas. –Vaya, no se me había ocurrido- dijo Charlotte, casi hablando para si.
Damen se río de su chiste de la toalla un instante, se puso cómodo y abrió su libro. Miro hacia Charlotte y advirtió que llevaba el libro forrado con una bolsa de papel marrón y una pegatina de LA GRAVEDAD TE CORTA EL ROLLO en la portada.
El silbido que escucho justo en ese momento pudo provocarlo el viento, pero Charlotte habría jurado que era el sonido de la ironía rozando la cabeza de Damen. Charlotte arranco parte de la falda de Scarlet y rasgo la tela, con la cuchilla de un solo filo que Scarlett siempre llevaba con el bolsillo, para hacerse unos pompones.
Las Wendys vieron a Charlotte cuando se aproximaban al final de la fila. Charlotte se prendió orgullosa el número: 666.
Scarlet se lo estaba pasando como nunca y se dirigió a la sala de profesores, sin dedicar un solo pensamiento a lo que Charlotte pudiera estar haciendo en su cuerpo –Eso no es muy gótico que digamos, ¿eh? –dijo con sorna la señorita Pearl, una de las profesoras recién sacadas del armario, mientras Charlotte, en plena prueba, ¡A GANAR!
Canto Charlotte, deletreando la palabra y marcando cada letra con cada una patada o un salto. Estaba que salía y siguió cantando, completamente ajena al hecho de que Scarlet la observaba. ¡A GANAR!, ¡Sissi! ¡ESTE PARTIDO LO VAMOS A. . .! Aterrada por la idea de lo que pudiera venir a continuación. El campo de futbol era ya un hervidero de excitación y un pequeño grupote estudiantes hacia corro para observar las piruetas ultramundanas de Scarlet recupero el control de su cuerpo y acabo la cantinela a su manera. Tres de ellas dieron un paso adelante –Petula y las Wendys- para arrancar con la replica. Aunque la superaban en número, Scarlet estaba preparada. Wendy Thomas se adelanto y disparo la primera salva. Y batió las palmas con esperanza. Scarlet, que la miraba y escuchaba impertérrita, respondió a continuación con una pulla de su propia cosecha. Scarlet doblo el dedo índice y se apunto un tanto en un marcador imaginario.Wendy y Anderson era la siguiente. Hizo un puente hacia atrás con remote y empezó.
Los deportistas rieron como histéricos, alucinados con lo que Scarlet acababa de decir. , coreo la muchedumbre, abochornada por Petula, los chicos de las gradas superiores y los que miraban mudos de asombro –Demasiados años de energía reprimida –contesto Scarlet, inexpresiva, a la vez que reparaba en la manta y todo el montaje, y deseaba que todo fuera una pesadilla.







Capitulo 13
La caída de la casa Usher
Charlotte llego temprano a la gran fiesta de pijamas SPA. Intoxicada por la idea de que se la incluyera en la camarilla por primera ves. Empezó a llamar al timbre de la casa de Petula pero después de pensárselo mejor procedió a atravesar la puerta sin mas la cosa era mas fácil.
En Hawthorne Manor, Prue se dirigió a la Asamblea Muerta, congregada para la reunión de -Muy bien, entonces, ¿Cómo exactamente vamos hacer creer a los compradores potenciales que la casa es inhabitable? –ladro Prue mientras giraba la cabeza por completo y empezaba a repartir misiones. Entre tanto las Wendys llegaban a casa de Petula para la fiesta de pijamas arrastrando equipaje para un mes. Que empiece la fiesta – exclamo Seudo Scarlet pecando quizá de exceso de entusiasmo a la ves que le deba al Play del mando del CD. Con la música sonando a tope y mas amigas llamando a la puerta, Petula bajo la escalera de madera apresurada, mas que fastidiada por el momento de la gloria que estaba disfrutando sin su hermana. En la otro punta de ciudad, era el timbre de otra puerta el que sonaba la señorita Wacksel, una extraña, repelente y excéntrica agente inmobiliaria a la que le había sido asignada la venta de Hawthorne Manor, se encontraban el porche y estaba a punto de enseñar la casa a los Martín, una pareja joven e inquieta en busca de un ganga que esperaba recibir la reliquia como una inversión asequible para reformar.
-Esta casa tiene tanta. . . personalidad – dijo por decir algo a los cada vez mas impacientes recientes casados, cuando conseguía por fin introducir la llave en la cerradura y hacerla girar antes de que Violet pudiera meter el dedo hasta el fondo como el alquitrán que le subió desde el estomago a la garganta, y de allí se escurrió escalones abajo, colándose en cada grieta de la manera que hallaba a su paso.
Tan pronto hubieron recuperando los tres el equilibrio y pudieron escapar, continuaron por el salón, donde admiraron los altos techos, la chimenea de fabrica de ladrillos, las paredes de escayola y la manera repujada, que seguían prácticamente intactas. Justo en ese momento, al señor Martín le pareció advertir que se desplazada un mueble. Lo único que alcanzaba a ver en el baño era la cortina de ducha, que aparecía corrida delante de la bañera de porcelana con patas. A estas alturas, la imaginación les había desbordado por completo y estaban obsesionados pensando que se agazapada tras la cortina. Wacksel respiro larga y hondamente, agradecida por el socorrido del marido. Mientras se adecentaban, la pareja no pudo evitar admirar la ebanistería artesanal. El marido abrió uno de los armarios, y una nube cegadora de bichos. Todo era apariencias, en cambio, en casa de Petula, donde Charlotte convertida en Scarlet disfrutaba de la sesión de manicura y pedicura entre las demás chicas, que cotilleaban sin parar. La expresión de preocupación en el rostro de Charlotte superaba la capacidad de enmascaramiento del maquillaje mas exclusivo y caro mientras s obsesionaba con su destino y el legendario Beso de Medianoche. Mientras que el desasosiego abría una brecha en la noche casi perfecta de Charlotte, Scarlet volaba muy alto. . Por encima de hileras de tejados cortados con el mismo patrón hasta llegar a una fabulosa y tétrica estructura que se cernería como un nubarrón sobre las demás casas.
Entro en el dormitorio de Charlotte atravesando una vidriera alargada y estrecha que se extendía del suelo al techo en el hastial superior del tajado. De pronto, un fuertísimo ruido proveniente de la planta de abajo llamo su atención, sustrayéndola de realizar una inspección mas pormenorizada del ordenador. Scarlet opto por ir a su encuentro en lugar de esperar a que este la encontrara a ella. La estancia era realmente espaciosa, pero la pareja parecía más interesada en el techo y la araña de cristal que este colgaba. -¡OH, Dios mío! –grito la señora Martín a la vez que su marido se interponía a modo de escudo entre ella y la lluvia de cristales. –Bueno, eh, estoy convencida de que este, mmm..., reciente deterioro se vera reflejado en el precio –dijo, tratando desesperadamente de volver al tema que les ocupaba, a la ves que deseaba con todas sus ganas salir de allí con vida además de con una venta.
-Si la casa esta condenada, también lo estamos nosotros –dijo Prue, apesadumbrada.





Capitulo 14
Frenesí
Damen y sus amigos se habían atrincherado entre los arbustos y se asombraban clandestinamente a las ventanas de casa de Petula, espinando a las chicas en sus camisoncitos. Charlotte no es que tuviera muchas ganad pero miro a Damen de reojo y se armo de valor. La botella giro se detuvo apuntando al chico soso. Damen Basil, sin saber muy Bienne hacer. No deseaba besar a la hermana de Petula delante de sus narices. La situación era violenta como poco, pero también había que pensar que era un juego. No obstante, sabia que estaba creada, de modo que o bien besaba a Scarlet y conseguía axial que los demás le dejaran en paz, o bien no lo hacia y se libraba de tener que aguantar mas tarde a Petula. La desbandada para evitar los repugnantes restos de Wendy se ponía a vomitar con violencia a causa del mareo y se desplomaba en el suelo. – ¡Mentirosa! Pensaba que hoy no habías comido ni una miga – la reprendió Petula, observando como el vomito se escurría por las paredes como una pintura centrifuga.
-Me ha faltado Tan poco –lloro compadeciéndose de si misma-. Se acabo, estoy muerta –concluyo, imaginando lo que la esperaba en la Residencia Muerta y en la Eternidad. –Pero ¿Qué hay de Damen? ¿Qué hay de su examen? –chillo Charlotte desde el pasillo, obligando a Scarlet a abrir la puerta, lanzarle una mirada furibunda y cerrar de un portazo otra vez.





Capitulo 15
A vida o muerte
Charlotte se asomo a la ventanilla de la puerta del aula de Física, la misma a la que se asomara cuando exhalo su ultimo aliento, solo que esta vez, se encontraba, literalmente, al otro lado. Vio que Damen las estaba pasando canutas con el control de Física bajo el escrutador del profesor Widget. Todos en la sala estaban nerviosos, aunque ni de cerca tan angustiados como Charlote.
Lo largo de su carrera, había visto suficientes técnicas audaces de copie Teo como para llenar un libro, desde el viejo y sencillo recurso de mirar de reojo el examen del de al Lalo a las más tecnológicamente avanzadas de la era digital: fotografías de exámenes vía Mobil, Charlotte volvió a intentarlo de inmediato.
Abrazo a Damen por la espalda y tanto se excito que la corriente eléctrica rozaba que de vez en cuando lanzaba chispas en una bola de cristal junto a Damen se transformo en una autentica tormenta eléctrica. Dio un paso atrás, para no llamar más la atención sobre el chico, pero solo consiguió meterle la goma del lápiz hasta el fondo de la nariz.
Conciente de que continuar por ese camino podía costales a Damen no solo el pasaporte para el Baile De Otoño sino también su puesto en el equipo de futbol, Charlotte se esforzó al máximo para concer¡ntrarce en la tarea que se traía entre manos. Deseosa Sade poder disfrutar de un día mas normal (o tan normal como podía serlo para alguien como ella), Scarlett estaba en el pasillo sacando sus cosas de la taquilla cuando escucho un golpecito al otro lado de la puertecilla metálica. Damen llego a casa de Scarlet, bueno, mejor dicha casa de Petula, aparco delante y entro como casi siempre, sin llamar.
Scarlet estaba completamente ida y no le hoyo. Le dio unos golpecitos en el hombro mientras con la otra mano sujetaba el cuchillo, se fue primero. Damen entro un segundo en el baño que separaba los dormitorios de las dos hermanas y tiro de la cisterna, proporcionándose una pequeña coartada de sonido que le acompaño mientras abría la puerta y bajaba a toda prisa las escaleras.







Capitulo 15
La princesa y las imitadoras
Scarlett < ¿Podría ser que le empezara a gustar Damen Dylan como. . . persona?> se atrevió a pensar mientras se dirigía a al taquilla en busca de Charlotte, cuya ausencia ya sen hacia notarme, pero solo diviso a Damen, que estaba apoyando contra una taquilla continua. Mientras se encontraban sumidos en su discusión musical, un reducido grupo de jugadores de futbol se los quedaron mirando, y luego unas chicas se percataron de cómo estos se fijaban en Scarlett.
No eran exactamente almas gemelas, pero no había duda de que cada vez se sentían mas cómodos juntos y acepto reunirse con Damen algo mas tarde para una sesión de tutoría. Solo había un problema: no tenia idea de Física.
Charlotte estaba sentada a su puprite de Muerto logia, pasando mecánicamente las paginas de su Guía del Muerto Perfecto. En ese instante, Scarlet emergió del gimnasio y los vio discutir. Se escabullo a la vuelta de la esquina para poder observarlos sin ser vista. Petula prosiguió con su ultimátum, se arranco la vieja cazadora del equipo de Damen y la arrojo contra el. A Damen la rabieta de Petula la resulto, por primera vez, más divertida que amenazadora. A Scarlet, que la conocía mejor, no.
-Te vas a arrepentir –dijo Petula con afán de venganza mientras daba Medina vuelta para irse.
-Ya lo estoy –contesto el con sarcasmo.




Capitulo 17
Mientras tú no estabas
En Hawthorne Manor ya corría la voz de que con Charlotte se podía contar cada vez menos.
Los chicos estuvieron tentados de contestar, viendo en esta una oportunidad para departir sobre música –en especial –en especial Mike, quien, literalmente, tuvo que morderse la lengua-, pero Charlotte los había decepcionado demasiado. Mike se retiro uno de los auriculares y declino el ofrecimiento. -¡Asume tu responsabilidad, Charlotte!-la increpo con un fuerte pitido-. Sabias más que de sobra que no debías relacionarte con los vivos y menos aun traer a nuestro mundo a esa protegida vida tuya. ¿En que estabas pensando? A estas alturas, los demás se habían colocado a la espalda de PAM y escuchaban la conservación de brazos cruzados y con las cejas levantadas.
-¿Y que quieres que diga PAM? –Pregunto Charlotte, con una excitación y una tos en aumento-. ¿Qué estoy contenta de estar aquí mientras la vida sigue su curso sin mí?
-Fracasamos en nuestra vida y a mi, me esta costando un poco asimilarlo –continuo Charlotte-. Ella no presto atención. El no respeto el límite de velocidad. Ella no quiso escuchar. ¡El no comió como es debido! –dijo Charlotte paseándose por la habitación.
La verdad atronó en los oídos de Charlotte. A Prue se le daba muy bien lo de estar muerta y controlaba a la perfección todas sus habilidades. No sufría ninguno de los conflictos internos. Aquella noche, la calle aparecía de charcos después de que un chaparrón de media tarde dejara su importa en el exterior. No podía quedarse quieta de los nervios mientras aguardaba impaciente a Damen. –Pues, bueno, es solo que me parece que tal vez. . . te convenga. . . estudiar con alguien más de. . . tu nivel, ¿no? –contesto Scarlet. PAM observo desde lejos como Scarlet y Charlotte se reconciliaban y supuso que Charlotte había vuelto a elegir a Scarlett antes que a ella, y a los vivos antes que los muertos.







Capitulo 18
Escógeme
Era una tarde legumbre y tormentosa y a la sala de ensayos estaba preparada para el gran recital de otoño. Las gradas ocupaban todo lo largo y ancho de la sala, de modo que apenas quedaba espacio para pasar. Charlotte, nuevamente en posesión de Scarlet, entro y busco a Damen en la sala medio iluminada. Mientras paseaba la mirada por las sillas, un papel la golpeo en la cabeza.
Charlotte hacia lo posible para actuar con naturalidad, pero era evidente que ni siquiera sabia como coger una guitarra. Se acerco más y la animo a que empezara. Sin embargo saber muy bien que hacer, ella hecho mano del arco de un violín que había hay cerca. Charlotte reparo en el desconcierto que reflejaba el rostro de Damen no acababa de creerse que se estuviera aprendiendo la lección sin apenas darse cuenta. Al día siguiente antes de clase, Charlotte introdujo a hurtadillas un pastelillo con carita sonriente en la taquilla de Damen.
-Por fortuna no tengo que elegir –dijo el hincándose el diente al pastelillo.



Capitulo 19
Sucio secretito.
Charlotte Y Scarlet estaban pastaban pasando un rato i en el dormitorio de Scarlet, pero por primera ves ambas sentían que Vivian en mundos distintos, Charlotte se levanto y se acerco al cartel del Tour de Dean Cabe Ford CATIE que Scarlet tenia colgado en la pared, -¿Estas segura? Muy bien, entonces ¿Por qué no dejamos que decida el? –contesto Scarlet con petulancia.
A la mañana siguiente, Scarlet y Charlotte resolvieron poner en práctica su jequecito en la piscina del colegio con tiempo, antes de que comenzaran las clases de Gimnasia, se sentó a lado alado de ella en la grada. La luz de la piscina despedía un resplandor sobrecogedor que los rodeaba como lava en la boca de un volcán.
-Espero que no sea que te da miedo el agua. . . –dijo Charlotte, atajando su discurso y prosiguiendo con la conservación deprisa, y quedarse en el TOP Tintagel de Scarlet y le culoté a juego, y acto seguido se lanzo al agua. Ambos salieron disparados hacia el extremo opuesto ele la piscina, chapoteando con los brazos y piernas.
-Bueno, pues ¿Qué tal si te des-confundo? –Dijo Scarlet, mientras el agua cristalina se deslizaba por su pelo negro, le recorría el cuerpo y volvía a caer en el agua-. Cierra los ojos y dime que beso te gusta más. -¡Jacú sorra! –chillo Prue, ordenando a los demás chicos muertos que empezaran a nadar en círculos. El remolino aumento su presión hasta que una ola se levanto sobre el bordillo, desbordo la piscina y fue a estrellarse contra la pared que dividía la piscina del Gimnasio.
Lo peor, obstante, fue el momento en el que el tabique se vino a bajo como en un efecto domino. Scarlet y Damen quedaron a al vista de todos, abrazados, abrazándose uno al otro aforrándose el uno al otro como a la vida, lo mismo que dos náufragos del Titanic escupidos a al orilla por un mar desatado.
Scarlet volvió la cabeza, incapaz de mirar a Charlotte a la cara y siguió escurriendo su ropa. Al hacerlo, cayeron unas gotas ante el rostro de Charlotte, casi como si llorara, que lo era lo mas que deseaba hacer en ese momento.




Capitulo 20
Desear cosas imposibles
La lluvia inclemente atravesaba a Charlote y se precipitaba al suelo mientras caminaba melancólicamente por la calle oscurecida lamentándose de su mala suerte. Deseo sentir la fría llovizna contra su cuerpo de nuevo, pero no podía. No solo estaba triste, si no celosa además. Se sentía excluida. Su plan para conquistar el amor de Damen y el resto de Petula le había estallado en las manos, y ello era en gran parte suya.
El pensamiento empezaba a reconcomerla por dentro cuando, de manera inexplicable. Charlote avanzo con sigilo hasta el de su ventana y lo vio allí, bañando por la luz de la luna, dormido en su cama doble. Podía ser que, como ella necesitara aparcar los problemas, la confusión, y desconectar un rato. El infatigable paseíllo de la deshonra de Charlotte se prolongo la noche entera. Con las primeras luces del día, cambio de dirección y puso rumbo a Hawthorne Hugh, en cuya escalinata de cemento se hizo un ovillo, esperado las primeras señales de la vida. Cerró los ojos cansados y se quedo dormida.
Tenía el aspecto y la sensación de haber sido pisoteada por centenares de chicos vivos, como en efecto lo había sido. Se dirigió de inmediato al aula de Muerto logia, pero cuando llego estaba vacía.
Justo entonces, resonó en los pasillos vacíos de los institutos el siguiente anuncio del director Sticks:
Atención, alumnos de Hawthorne. Debido a la inundación del Gimnasio, nos resulta imposible celebrar el baile de otoño en dicho espacio este año.
A fuera en el patio, Charlotte paso de largo junto a Prue con renovada confianza.
-¡Ya lo tengo! –chillo emocionada!








Capitulo 21
Los muertos también bailan
El arreglo para vientos y timbales del Love Tear Us Apart de Joy División asalto las clases de primera hora mientras la banda de música de Hawthorne Hugh daba vueltas al edificio.
Esa noche, Scarlet se coló tan tranquila en la reunión de la Comisión de fiestas y se dirigió a los asistentes. En la sala reino el silencio y cuantos allí apoyaron sus respectivos refrescos, intrigados por lo que Scarlet tenia que contar.
-Si descojamos la casa y permitimos que los chicos vivos celebren aquí su balie, las autoridades comprobaran que es segura y no la demolerán. A Scarlet le alivio comprobar que tenia a alguien de su lado, Scarlet y Charlotte no perdieron el tiempo por temor a que cualquiera de las partes cambiara de opinión e inmediatamente se pusieron a arrear al personal para hacer todos los preparativos de cara al baile. La futura casa encantada no tardo en cobrar vida. Estaba montando la cabina del pincha y hacia pruebas de sonido, alternando entre su leal hipad y los dos mezcladotes de CD.
-Seguro claro que si, es solo un beso, ¿no? – se avino Scarlet, recordándose que lo que para ella era solo era una noche era una eternidad para Charlotte. Decidió hacer otra intentona para investigas a Prue. Había llegado a la conclusión de que el saber es poder y quería estar preparada.
-Prudente –dijo Scarlet dándose una palmada en la frente.
-Que horror –dijo Scarlet-. Encima van sus padres y le echaban a ella la culpa.
Se quedo mirando la pantalla fijamente durante un buen rato, reflexionando sobre el trágico episodio. Scarlet tenia por fin sus respuestas. . . y su munición.




Capitulo 22
Todo corazón
El salón había sido transformado como parte de magia en un elaborado bosque encantado, con bonitos esqueletos del día de Muertos mexicano colgado de enormes árboles muertos. Echo un vistazo a la atracción de la casa encantada y se fijo en la chica vestida de reina del baile muerta que esperaba entrar.
Charlotte observo como se dirigía a los demás de la cola, como muy agarraditos y, por lo que se veía, interesados únicamente en arrastrar en la oscuridad a sus respectivas parejas. En realidad Charlotte era la única que prestaba atención, en un extremo de la atestada estancia diviso a Damen –No te agobies, seguro que se ha apuntado a un concurso de Halloween o algo por el estilo de camino –le susurro Max a la vez que se ponía en pie para irse con su chica-.
Es mas, todas las miradas se posaron en ella cuando entro, Charlotte los observo con anhelo. Su vestido Tintagel combinaba a la perfección con el papel estampado que tenia por detrás, tanto era que apenas se le distinguía con el fondo. Damen y Scarlet se decantaron por hacer algo que les gustase a ambos y echaron a andar la cabina hacia arriba del pinchadiscos. Embutidos en el reducido espacio, escogían discos y reían y pinchaban música a un tiempo. Scarlet miro hacia su mesa y vio a Charlotte sentada en su silla, aguardando pacientemente a que Scarlet estuviera libre, Charlotte creyó detectar una nota de tristura en la voz de Scarlet, pero esta la disimulo con una sonrisa. La posesión se completo sin problemas y muy rápidamente.
Ambas sonrieron y se separaron a toda prisa, Charlotte al mando del cuerpo bonitamente ataviado de Scarlet para buscar a Damen, y Scarlet para inspeccionar la casa encantada.



Capitulo 23
El fantasma que hay en ti
Charlotte se sentía como en una nube mientras se abría camino entre la abarrotada pista de baile y se reunía con Damen en la cabina del pinchadiscos. El estimulante frenesí que le producía el mero hecho de encontrarse allí, de ser la protagonista del momento más memorable de su vida –y ahora, de su muerte- era casi insoportable.
-Ahora si que podría morir tranquila. . . –suspiro Charlotte. Mientras bailaban, pasaron a las Wendy ` Hz, que acechaban como halcones desde el perímetro de la pista de baile. Como quería evitar a toda costa ver a Charlotte besar a Damen, Scarlet se subió a un coche vacío e inicio un trayecto por la casa encantada. Se detuvo delante de un grupo de chicos que reconstruya una escena de su película favorita, Delicatessen. Una de las chicas guardaba un insólito parecido con Scarlet y fingía estar triturando niños populares para convertidos en patee y ofrecérselos de comer a sus inadvertidos padres. De pronto, Scarlet se percato de que el aire que exhalaban los chicos vivos por nariz y boca era perfectamente visible, como si estuvieran en el pleno invierno. La casa encantada se sumió en un silencio atroz y un frío sepulcral lo invadió todo. Scarlet sintió que se le encogía el estomago al divisar una peculiar silueta trayecto adelante. Antes de que ella pudiera responderle, se oyeron unos gritos de socorro provenientes de la casa encantada, y sonaban auténticos. Comprendió que su amiga estaba en peligro, y eso solo podía significar una sola cosa: Prue, Scarlet miro hacia arriba y vio como Prue se lanzaba en picado hacia ella. Paralizada de miedo, se acurruco y cerró los ojos con fuerza. De forma simultanea, Scarlet regreso a su cuerpo, que despertó con una sacudida en el instante en que Damen le plantaba un beso, el beso. A Damen le gusto la sacudida, que interpreto como resultado de la electricidad entre ambos, y tiro de ella hacia si. Confusa y desorientada por completo, Scarlet le devolvió el beso. Por un segundo, cuitas, temores y preocupaciones de desvanecieron por completo.
Cuando sus labios se separaron, Scarlet apoyo la cabeza en el hombro de el.
Charlotte se vio atrapada en medio de una pesadilla cundo Prue empezó a tirar la casa abajo –literalmente-. Los carriles y escenografitas quedaron hechos trizas, los enclenques tabiques de conglomerado de manera se combaban ala voluntad de Prue. Mantenía a raya a PAM y los demás chicos muertos, dejando que Charlotte le hiciera frente ella sola. Se abrió camino entre la muchedumbre, se escabullo en la casa encantada y llego en el momento en que el enfrentamiento entre Charlotte y Prue ganaba intensidad.
Damen corrió hacia Scarlet una vez dentro de la casa encantada, y Charlotte llego a tiempo de contemplar con impotencia como el destino de sus amigos parecía ya sellado para simple.
-Cuando llego el momento –pondero Charlotte en voz alta-, sentí que no era lo correcto –sus hombros se relajaron.









Capitulo 24
Descanse en Popularidad
Damen volvió en si muy despacio, sin memoria alguna de lo recién acontecido. La aceptación de Charlotte por parte de Prue tuvo un efecto calmante, casi narcotizante, en todo y todos. Los chicos murtos, encantados con la tregua entre Prue y Charlotte, se desvanecieron. Los chicos vivos recuperaron el conocimiento y abandonaron la atracción, sin saber muy bien si habían estado soñado o es que los habían drogado. Mientras subía los escalones, Scarlet busco desesperadamente a Charlotte hasta que de pronto la localizo entre bastidores.
Prue grito con tantas ganas que se le erizaron todos los pelos del cuerpo, hasta los teñidos del labio. Mientras miraba hacia lo alto, Scarlet vio la sombra del gordo solitario de Charlotte, que volaba hasta el techo. Era una señal que le enviaba a Charlotte, y supo enseguida cual era su significado: que estaba en un lugar mejor. Las dos lo estaban.



Epilogo
Hay una luz
Una nieve prematura caía suavemente al otro ladazo de las vidrieras cubriéndolo todo, desde el frío y duro suelo a los árboles desnudos, de un mar de blanco. Costaba creer que hubiese pasado un año entero desde aquella noche portentosa. En el centro de la sala, Scarlet –con un jersey negro ajustado sobre una blusa verde azulado obscuro, finos pantalones de trabajo negros, a su espalda había una pizarra donde rezaban todas las especialidades, y también un cartel que publicitaba una proyección espacial.
-De nada –dijo Scarlet a las ves que saltaba la barra y se lanzaba a sus brazos. Mientras le abrazaba, miro hacia la puerta de la entrada del café y la inscripción que había pintado sobre el dintel en la memoria de Charlotte.
LOS AMIGOS SON COMO LAS ESTRELLAS. NO LOS VES A TODAS HORAS PERO SABES QUE ESTAN AHÍ.
-Te echaba de menos –dijo ella. . . a ambos.
Scarlet miro a Damen a los ojos y le dio un beso de muerte.
¿FIN?

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