domingo, 15 de noviembre de 2009

capitulo 9, 10, 11

Capitulo 9
Al volante

Petula y las Wendys entraron en el baño con aire despreocupado, como si fueran as dueñas del lugar. Su acceso al espejo se vio momentáneamente bloqueado por un grupo de despistadas novatas androjosas que como era evidente no habían sido aleccionadas todavía sobre el protocolo ante el espejo.
-Ves, si te limas esto y te levantas luego la punta te quedara una bonita caída. Justo como la mia –dijo Petula dando un paso atrás y administrando su obra-. ¿Lo ves? –le pregunto a Wendy a la ves que la hacia volverse hacia el espejo para que se pudiera ver.
Cuando Wendy Anderson advirtió en el espejo que se trataba de Scarlet, torcio el gesto con desden, actitud con la que consiguió provocar a Scarlet. Esta arranco la barra de maquillaje de la cuidada mano de Wendy.
No hubo respuesta. Charlotte estaba fuera, esperando a que salieran Petula y las endys. Sabia que las tres tenían Educación Vial a primera hora con el profesor Gonzales, y nn quería dejar pasar su oportunidad. Entre tanto, Petula había ocupado el asiento del conductor y se retocaba el maquillaje en el espejo lateral con el motor al ralentí.
-En honor al profesor Gonzalez, andemosle a Taco Hell –les sugirió a las Wendys, como si tuvieran alguna opción. Petula piso el acelerador y salió quemando rueda, con la puerta del acompañante todavía abierta.
Al instante, Charlotte hundo l acabeza y corrió con todas sus ganas hacia la puerta habierta del acompañante, que Petula trataba de alcanzar para cerrarla.
Al hallarse Petula momentáneamente libre de Charlotte, el coche aminoro la marcha y Petula creyo por un segundo que recuperaba el control.
El coche volvió a zarandeándose fuera de control y el movimiento arrojo a Charlotte contra el parabrisas, de cara a Petula, que, como ella, tenia los ojos desorientados de miedo. Charlotte, que nunca había estado tan cerca de su ídolo, estaba completamente fascinada, a pesar incluso de lo peligroso de las circunstancias.
-Según los estudios, se debe a que muchos adolecentes son incapases de regular su conducta de alto riesgo porque el area del cerebro que contrla los impulsos no alcanza su plena madurez hasta los venticinco años. . . –balbuceando nerviosa Wendy Anderson, impartiendo, cosa rara en ella, una patochada memorisada de manera accidental de anu de sus revistas. El coche se detuvo con un chirrido y las chicas fueron propulsadas hacia delante y después hacia atrás. Charlotte salió despedidqa de Petula, de nuevo, esta vez de cabeza, contribullendo a dotar a la exprecion de un significado completamente nuevo.
-Tendria que incluirse una advertencia: -afirmo frustada Charlotte
Iniciaron entonces una aterradora y espeluznante carrera de obstáculos, en la que el coche atravesó marcha atrás el aparcamiento del instiyuto totalmente fuera del control.
-¿Qué narices es eso? –pregunto Petula completamente asqueada.
-Creo que es una. . . una. . tuba –repuso Wendy Anderson.
Restablecidas sus prioridades, las tres se apresuraron a abandonar el coche como si estuviera en llamas. Mientras la abollada tuba se mecia sobre el capo y la chicas salian como podin, el sistema de megafonía del instituto anuncio;
-Petula Kensigton, acuda a secritaria.



Capitulo 10

Ultimos escritos

El tiempo de prorroga se agotaba, y Charlotte sabia que debía ponerse con el programa. –La vida, para ellos, no había hecho sino empezar –concluyo frunciendo el ceño a Simon y Simone-. ¿No arranca siempre asi el panegirico? –pregunto Brain, que regreso a la pizarra mientras Violet y los demás chicos asentían lentamente con la cabeza-.
-¿Y que es? –pregunto Charlotte un instante después de haber conseguido sentarse en la silla que permanesia desocupada junto a Pam. Prue la miro enfurecida.
-Y que lo diga –diljo Pam a la vez que el silbido que emanaba de su garganta ganav intensidad. A fin de recalcar palabras, Brain sondeo a la clase sobre el que debiera de haber sido un tema muy delicado.
-De ninguna manera –recalco Brain-. Se os ha dado una oportunidad. Laq asignatura de DE Muertologia es vuestra segunda y, ojo al dato, ultima oportunidad de comprender lo que os a pasado y porque, y de aprender a aceptarlo –advirtio el profesor de camino al a pizarra-.
Empezó a leer la lista, subrayando con el puntero cada palabra y cada línea que aparecían escritas en la pizarra mientras leia. Todos miraron los doce pasos como si estuvieran escritos como jerogrificos. Charlotte simio una desazon similar a la que invade a uno cuando le entregan las preguntas de un control sorpresa de Trigonometria y las únicas palabras que le resultaban familiares son y .
Me gustaría compartir con vosotros unas palabras sabias e inspiradas que me acompañan alla donde voy –Mike se aclaro la garganta, consulto brevemebte su Muertario con gesto grave, levanto la vista y recito el apunte de memoria con mucho sentimiento.
-Mike. Eso es una canción .dijo DJ-. No una observación personal.
El profesor Brain se giro en redondo, un tanto sorprendido de que Charlotte hubiese hablando en lugar de callarse, como el pretendía.
Jenrry, Mike yDJ reaccionando con risitas a la palabra
Pam intervino entonces de manera inesperada. –Te crees demasiado buena para estar muerta, ¿he? –arremetio Prue, entorcando los ojos como un maton a punto de liarse a puñetazos.
Era evidente que Charlotte había tocado la fibra sensible de Brain e, incluso, la de sus compañeros.
-Charlotte, ¿es que eres visible para algien? –pregunto.
Charlotte, que no creía que hubiese llegado toda via el momento de sincerarce, se encargo su Muertario bajo el brazo, dio media vuelta y salió de clase, con la expresión resonando en su mente.


Capitulo 11
Tan viva

-¡¡¿¿Qué quieres saber hacer que??!! –Scarlett, atónita, escupió una cucharada entera de sopa de guisantes sobre la mesa de la cafetería. No podía creer lo que acababa de escuchar.
-Ya, ¿y no prefieres comer en la sala de profesores? –dijo Charlotte, insinuado un mar de posibilidades a una Scarlet a quien ya picaba la curiosidad. Petula era una lider; Scarlet, una paria. Una buscaba el placer de sentirse idolatrada; la otra, el de sentirse ignorada. Charlotte no era ni una cosa ni la otra: ni tan estupenda como para que la adorada ni tan descarada como para que la odiasen.
Pero las compuertas de la imaginacion de Scarlet se abrieron de todas formas. No quería ni pensar en la posibilidad de quemar atrapada en otra dimencion, perdida para siempre.
-Todavia no entiendo por que razón te preocupa tanto que apruebe o no –Scarlet hizo la pregunta en parte para ganar tiempo y en parte para satisfacer su curiosidad.
-Nadie te va a ver, te lo aseguro –dijo Charlotte. Cogió a Scarlet de los hombros y empezó a situarlos en la línea con los suyos-. Nuestros corazones deben estar perfectamente alineados –dijo cosultando su libro y moviendo a Scarlet tan delicadamente como podía.
- -dijo Charlotte a la vez que sus palidas manos empezaban a fundirse en las de Scarlet como cera caliente.
-¡Oye, deja ya de manosearse! –chillo Scarlet, mientras su forma espectral empezaba a travesar con facilidad los paneles blancos del techo.
-Perdona. . .-dijo Charlotte de forma distraída en el momento en que Scarlet atravesada del todo el echo y dejaba de oírla-. Es queme siento tan. . . viva.

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